domingo, 10 de marzo de 2013

el fuego del mar no renuncia;

está en el exilio del ruido
(esta mujer de la que contemplo
su niñez en el constante olvido,
las palabras caídas,
historias de escuela);

vive en esta desnudez de tiempo
(el cielo a veces llueve su desconcierto,
maná de los otros aquí abajo
asomados a la puerta);

uno e indivisible

camina las leguas entre un alma y la otra
las devora y devuelve

arde en el viajero y su destino
en todas las heridas de cada hombre

en verdad os digo

el fuego del mar no renuncia.

9 comentarios:

  1. Arde en el viajero y su destino, en todas las heridas de cada hombre.
    Gran poesía!
    Saludos!

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    1. Gracias Milla, lo escribí hace algún tiempo.

      Un beso!

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  2. es verdad el amor verdadero, el buen amor nunca abandona sus sueños, saludos Taty

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    1. "el buen amor nunca abandona sus sueños"

      sería una pena olvidar una verdad tan hermosa.

      gracias por la visita y por sumarte al blog :)

      abrazos!

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  3. Un poema impresionante... "El cielo a veces llueve su desconcierto" Me lo llevo apuntado. Aun beso taty

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  4. Qué alentador, que el fuego del mar no renuncie; saber que ha de estar ahí, ardiendo.

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  5. “Antes que el sueño (o el terror) tejiera / mitologías y cosmogonías, / antes que el tiempo se acuñara en días, / el mar, el siempre mar, ya estaba y era.“ Pertenece a J.L. Borges. Vos lo decís de otra manera igualmente maravillosa.

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