lunes, 18 de marzo de 2013

Babel

Al día siguiente todavía estoy aquí, medio viva, medio no sé qué, con la cabeza llena de horas y poemas muertos, frente al mar, con las luces de mi casa prendidas, y más que todo eso, sola.

Anoche o esta madrugada me desperté a escribir un par de poemas. El primero, el que me hizo levantar, era bastante mediocre, me figuro que hijo de la modorra mental en la que me he sumergido hace meses. El segundo, cuando estaba más cerca de los ojos abiertos que del delirio necio del sueño, me parece que ha valido la pena. Necesito del rayo invisible... etc.

Hace casi una semana que hemos vuelto, y es como si me hubiera quedado perdida —o, quién sabe, tal vez a buen resguardo— en alguna parte del camino. La casa lo mismo, tan linda, tan mimada y sin embargo, tan ajena, tan no-mía ni de ninguno de los dos.

A. & A. parecen muy simpáticos, pero en realidad no sería honesto sentarme a escribir loas o recuentos de un par de noches en que me pareció más bien que se quedaron un poco largamente...

Ahora estoy leyendo S. Muy divertida la sátira, la burla de los políticos, en contraste con el sabor más bien amargo del final: la realidad pura de este mundillo de gente estúpida. Es divino como la gente son siempre los demás; jamás uno mismo.

En fin, nada. En Venezuela apenas fui al cine y alguna otra cosa. Ah sí, fui a un ballet con M.C., una cosa más bien regular, bastante olvidable, nada...

¿Y ahora qué hago yo con esta noche? Agotarme, sí, pero con qué. Mi único apetito es elemental ahora: un cigarrillo, y eso creo que por el gesto... Siento, en esta penumbra del porche, cierto horror a las cosas lindas de la casa que, como ella, no son mías, no me hablan ni a nada me remiten... ¿era lo mismo en Caracas? Me siento, en todo caso, no sé cómo me siento.

He pensado en T. y me pregunto con cierta ironía qué tal si. Supongo que estas palabras me la recuerdan. Y me pregunto en qué andaré yo, así, a futuro. Pienso que mañana trabajaré un poco en silencio... claro que antes tiene que venir esta noche, inmensa de mar, de cielo, de horas, de silencio también: pero no es silencio que llega a mí, es silencio que de mí sale. En fin, habría que hacer algo con esta noche primero, escribir aquí o a alguien o qué sé yo. Sí; digo que escribiría, siempre deseando el cigarrillo, y a lo mejor más pronto o más tarde tendría que cenar alguna cosa fácil y tal vez perniciosa porque no tengo ganas de sentarme sola a la mesa, así, con todas las de la ley. Supongo que luego dormiría, y dormiría bien. Entonces sí, vendrá la mañana, café en silencio, sí, estoy bien, y luego el trabajo, las horas... el suave regreso a la felicidad de mi casa frente al mar...

6 comentarios:

  1. Me ha encantado el texto y en especial la descripción sutil del proceso creador, un poema más mediocre, la adaptación de las musas y luego una ida, una vuelta y la inspiración en la noche. Un beso taty :)

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  2. Así las cosas. Qué genial tener palabras.

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    1. Las palabras son mis salvavida, así, en singular :)

      Un abrazo.

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  3. En las intersecciones del camino, en el stand-by del "¿ahora qué?", a veces salen a flote los versos que, a hurtadillas, se nos han ido fraguando dentro a lo largo del camino.

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  4. A veces me parece que siempre estoy en el "ahora qué".

    ¿Será por eso que escribo, así, más en interrogación que en afirmación?

    Gracias por pasar, saludos!

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