La ruta ha sido cambiada,
lo he sabido antes de subir al bus
nadie sabe a dónde.
Me han dicho que preguntara en la tienda.
Es una tienda de discos,
hablo con el primero que veo,
me dice "hay que preguntarle a Coyote".
Coyote lleva cabello y collar negro,
sin levantar la cabeza
me dice algo que no entiendo;
decido caminar.
El vestido es ligero,
demasiado largo, demasiado negro.
El peinado, severo.
Camino con aplomo;
un hombre me levanta al cielo
a la espera de mis alas.
Me amenaza.
Y yo
–también a la espera–
le creo.
que bello escribes
ResponderEliminarGracias :)
EliminarUna transición a lo desconocido. ¿El túnel con la blanca luz al final?
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Las alas, oh, las alas! ¿Por qué el miedo?
EliminarSaludos
Dicen que los sueños son deseos insatisfechos
ResponderEliminarBesos
Pues sí, me gustaría volar y liberarme de la fobia que siempre me ha dado saber que hay fuerza física superior a la mía :)
EliminarUn beso.
un sueño con una implícita esperanza al final.
ResponderEliminarsaludos
Eso es :)
EliminarAbrazos.
Los sueños, unas veces dulces y otras amargos, otras realistas y otras abstractos. Sueños de todas formas y colores, pero siempre, siempre, impredecibles. Saludos.
ResponderEliminarSueños apacibles, sueños que nos despiertan y no nos dejan dormir a menos con los pongamos en el papel.
EliminarAbrazos.
Esa resaca que queda después de lo sueños, a veces agradable, a veces angustiante. Lindo texto :)
ResponderEliminarBesos, Taty!
A mí me angustian cuando encuentro simbología en ellos.
EliminarBesos!
Las amenazas siempre hay que creerlas...
ResponderEliminarSaludos,
J.
¿Ay, pero hasta en los sueños? :(
EliminarUn abrazo!
La muerte ya estaba en vos. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarBueno es que la muerte ya está en nosotros desde que nacemos :)
EliminarAbrazos!
emocionante y bello texto
ResponderEliminargracias, saludos para ti :)
Eliminarauch! las amenazas hasta en sueño son alarmantes, y es que muchas veces no nos detenemos a ver si en verdad somos nosotros a los que nos estan sucediendo las cosas.
ResponderEliminarLinda memoria,
Saludos.
Creo que lo que me inquietó aquella noche fue prestarle más oídos a la amenaza que a mi certeza interior de que las alas ya estaban en camino. Ese sueño fue hace tiempo, pero me dejó un recuerdo bien nítido.
EliminarBesitos :)
Excelente poema, Taty.
ResponderEliminarGracias, y saludos!
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