se le saca la cuenta al mañana
se cocinan sopas y anhelos
se piensa en las flores de la ventana
las telarañas
los que se han ido
en mis zapatos los pasos van ligero
ligerito
deber de hogar
deber de hacer
deber de lo hecho
en mis zapatos no se sabe
si hay pies o alas o piedras
¡a veces ni siquiera hay zapatos!
mi niña y yo jugamos descalzas
a las hadas, el té, las bestias
entonces me los vuelvo a poner
a mis zapatos se le ven los caminos
las costuras
los espejos
en ellos se llega al otro lado
con ellos viene el mar a diario
la ola de preguntas
en mis zapatos
cuando tienen tacón alto, muy alto
encuentro mis razones.
(a Tom, que es altísimo)
Debo tener algún problema en mis pies, porque cada vez soporto menos los zapatos y me gusta andar descalza.. a pesar del frío :)
ResponderEliminarAhh, y de taco alto ni hablar!!
Me gustó tu escrito, saludo.
Como me gustan esos zapatos,me acuerdo que mi abuela tenia unos y yo los usaba para jugar, después los regalo,como llore!!
ResponderEliminarun beso
ayez
Muy lindo Taty!
ResponderEliminarPrecioso poema Taty, los zapatos dicen mucho de una persona, y sus poemas también.
ResponderEliminarUn beso.
Leyéndote (por cierto, un texto maravilloso) me he dado cuenta de lo importante que es elegir el zapato correcto, es taaaanto lo que soportan!!!
ResponderEliminarMe gustó mucho mucho!!
Besotes!!!
Alma, desde que ando persiguiendo a mi chiquita los zapatos de tacón son más bien una rareza :(
ResponderEliminarAyez, este es también un pequeño homenaje a mis zapatos favoritos, los tengo hace quince años!!!
Dana, gracias :)
Lidia, mi mamá siempre dice eso de los zapatos.
Mónica, el truco es el balance, la vida es muy linda para andar con zapatos ortopédicos :)
Besitos a todas, gracias por sus visitas!!
Leyéndote, parece que también con las palabras, el truco es el balance, cuánta capacidad en tus imágenes, hacen sentir. ¡Y es un hermoso final!
ResponderEliminarGracias Silvia por tus palabras!
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo soy de las de tacos altos, muuuuy altos... pero a esta altura de la costumbre ya los siento como andar descalza.
ResponderEliminarLindo eso de tener las razones muy altas, muy arriba. Convicción.-
Saludos
Cuéntame cómo eres cuando estás descalza...
ResponderEliminarZapatos que ignoran el rumbo de nuestros pies.
ResponderEliminarLogrado poema.
Saludos ;)
Hay zapatos que saben más del rumbo que nuestros pies...
EliminarSol: Después de mi nena, perdí el hábito de los tacones al punto de asombrarme cuando los uso.
ResponderEliminarAnuar, gracias por tu visita, bienvenido al blog.
Jorge, ese comentario solito es un poema.
Saludos a los tres!
Sí, bella línea de Jorge Ampuera.
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