domingo, 10 de mayo de 2015

Es simple,

el insomnio del que despierto sueña. El primer sorbo de café de la mañana, el día una ventana recién abierta. La primera línea, escrita en una letra redonda que me recuerda la de mi madre, sus rasgos generosos, los labios llenos, la ira casi tan fácil como el perdón (perdón, madre, a veces tu ira es también bella). Es simple, el laberinto de días entre el olvido y las memorias, la asociación libre, la letra, la luna, los libros: aquél que al verlo me hizo imaginar a la niña -mi niña-, sus ojos curiosos buscando mariposas debajo de las piedras, despreocupada por lo imposible. Es simple, el sábado con sus jardines, sus juegos infantiles, las cuerdas de ropa tendida al viento, alas que sólo sin sus dueños pueden echarse a volar. Me faltan algunas cosas: fe absoluta, la risa de los que se fueron, una estrellita dorada en mi hoja de vida. Oigo pájaros. Es simple el insomnio del que, despierto, sueña.

10 comentarios:

  1. Simple y maravilloso a la vez.

    Besos.

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  2. Que gran sensibilidad demuestras en estas sencillas lineas Taty. Un breve instante de belleza.
    Un abrazote

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  3. Me gusta. Es simple el insomnio del que, despierto, sueña. Me gusta.

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  4. Gracias a todos por sus visitas y comentarios!

    Jordi, bienvenido al blog :)

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  5. La risa de los que no están, es lo que más duele en el recuerdo...

    J.

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  6. Por alguna razón el recuerdo tiene su hora predilecta y no es nunca a la luz del sol.

    Saludos!

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  7. Sin capacidad para soñar mientras duermo, vivo condenado a soñar despierto. Saludos.

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