sábado, 15 de noviembre de 2014

Pedro Páramo, Juan Rulfo

Esta ha sido una relectura de reconciliación. Hubo un tiempo, debo confesarlo, en el que me exasperaba que el realismo mágico fuera la única corriente literaria sobresaliente en América Latina. De jovencita, viviendo en la ciudad y con miras a emigrar, me horrorizaba que la única realidad reflejada en las grandes novelas fuera la de la miseria, el calor, los caminos polvorientos del campo, la ignorancia y la superstición. Pensaba, sedienta, que nuestra realidad estaba hecha de algo más, con cara al futuro.

Desde esta orilla, sin embargo, tengo otra prespectiva: una que, sin encontrarle la buena cara al futuro, atesora el pasado. Así, Comala me parece cualquier otro pueblo de mi infancia, y Abundio bien podría ser Pablito y Damiana la Señora Onofre y Susana pasaría a ser Rosita. En Comala se rezan novenarios; en San Juan de los Morros también.

Poco tengo que decir de Pedro Páramo y los demás fantasmas de Comala, aparte de admirar la precisión de historias e imágenes con que el lienzo fue tejido por Juan Rulfo: un lienzo que es, al mismo tiempo, espejo de millones. He ahí la reconciliación. Acepto que no puedo hablar de Pedro Páramo sin hablar de mí misma. Yo, a mi manera, tengo también un arsenal de cuentos, personajes y experiencias de mi infancia que a la larga se han convertido en mi Comala personal: voces que me acarician el sueño cada noche antes de quedarme dormida.

22 comentarios:

  1. Leer Pedro Páramo, para mí fue como un reencuentro con mi abuelo materno, para cuando leí el libro mi abuelo ya había muerto. Ese mundo de ánimas y espíritus en poblaciones y situaciones adustas donde hasta el diablo se paseaba convertido en hombre, me las contó mi abuelo una cantidad de veces antes de morir, así que cuando leí la novela sufrí ese reconocimiento del que hablas. Se entiendo perfectamente que en los años de juventud uno está potencialmente cargado de esperanzas, por eso no me sorprende que existiera esa confrontación entre el mundo del realismo magico y los sueños del adolescente.
    Me ha gustado que hablaras de este libro que tengo muy cerca de mi cabecera, y en español.
    Abrazos, muchos.

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    1. Beatriz, creo que todos los países de Latinoamérica tienen la herencia del campo, la tradición oral, el fervor religioso y la superstición y creo que hasta el más progresista y citadino de los jóvenes ha tenido algún tipo de contacto con estos aspectos de nuestra cultura. Creo que por el otro lado hay una necesidad intensa de pertenecer al mundo moderno, con su tecnología y todo lo demás: el norte parece ser el ejemplo a imitar y como resultado tenemos una amalgama contradictoria entre lo que somos, lo que creemos que somos y lo que queremos ser. A mí me tomó experimentar esta barrera de espacio-tiempo entre la tierra y yo para poder comenzar a ver este tipo de cosas. Para el próximo año creo que estaré bastante inmersa en la literatura Latinoamericana. Ya te contaré.

      Besotes!

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  2. Lo he leído. Y es una gran historia, al que le encuentro una gran carga meláncolica. La del protagonista que busca a su padre. Para descubrir que es uno de sus tantos hijos, que ha muerto. Que todo el pueblo ha muerto, para terminar muriendo el mismo, sin terminar su historia, enterrado y en brazos de una mujer que tuvo su papel en la historia. Para ser desplazado de la historia, por el personaje del título, quien sufrió la perdida de la mujer de quien realmente se enamoró. Y que se vengó contundentemente de todos por no respetar su dolor.

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    1. Demiurgo, tu último planteamiento demuestra también la incapacidad que tenía un hombre -y creo que hasta cierto punto aún la padece- para demostrar abiertamente sentimientos de amor o dolor. Se le percibe como un ser débil y por tanto parece que la única reacción que puede demostrar está siempre relacionada con algún nivel de ira y hasta violencia.

      Abrazos!

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  3. Cuano terminé de leerlo, me ví en la imperiosa necesidad de releerlo. Porque era consciente de que me había perdido en varios pasajes del libro y quería meterme en la trama, sin despiste alguno.
    Valió la pena la segunda lectura, pues me aclaró mucho conceptos que la primera vez, pasé por alto.

    Saludos.

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    1. Cantona, coincido contigo. En la primera lectura estaba tan ocupada odiando el ambiente y renegando de este aspecto miserable en nuestra realidad que me perdí el punto de la novela. Me parece que sencillamente no estaba lista para el libro entonces; me ha pasado con otros también.

      Bienvenida a mi espacio!

      Saludos :)

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  4. Me has dado una idea fantástica. Y es que tengo a Pedro Páramo a medio leer esperándome en mi tablet desde hace meses.
    En esta tarde de Noviembre, siento la profunda necesidad de meterme en la profundidad de la obra y vivir la magia de estos personajes con los que tu te identificas.
    Así no caminaré sola por la obra sino que iré contigo cogidas de la mano, Tati.
    Y te podré ir contando.

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  5. Cantona, creo que haré lo mismo que tu, volveré a releerlo, porque me parece que al igual que tu ando algo perdida.
    Nos encontraremos en este mismo espacio para contaros qué.

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  6. Beatriz y Demiurgo, qué ilusión me hace que lo hayáis leído para poder consultar mis dudas con vosotros.
    Acabo de hacer un gran descubrimiento.

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    1. Tecla, no sabes la alegría que me da sentir que este espacio ha servido como punto de encuentro.

      Cuéntanos cómo te va con Pedro Páramo cuando lo termines :)

      Un beso.

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  7. Una vergüenza que no lo haya leído. Le pongo remedio. Imaginaré que lo hago desde tu perspectiva, desde la que nos ofreces desde la introducción. Un beso

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    1. Yossi, creo que fue Cortázar el que alguna vez me consoló de no haber leído esto o lo otro: no se puede estar en todos los libros a la vez. Tus lecturas son muchísimas e impecables; casi todos los autores nuevos con los que me he embarcado este año salieron directo de tu blog :)

      Espero que disfrutes a Pedro Páramo.

      Besos!

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  8. Lo releí no hace mucho... y lo disfruté mil veces más que la primera vez. Con Cien años de soledad me ocurrió lo mismo.

    Bss

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    1. Yo estoy dando un nuevo paseo por unos cuantos libros latinos y Cien años de soledad es el próximo en la lista (ahora estoy con La casa de los espíritus).

      Besos.

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  9. Serán cuestiones de preferencias estéticas, pero me quedo con 'el llano en llamas', de Rulfo.
    De él también leí sus cartas a su esposa, que son muy interesantes.
    Son éstas http://mibibliotecaestuenvidia.blogspot.com.ar/2011/05/juan-rulfo.html

    Nos leemos.

    J.

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    1. Leí El llano en llamas hace un montón de años y ahora no recuerdo nada del libro. En parte por eso comento sobre mis lecturas, para no seguir olvidándolas. Habrá que revisitar. Pasaré a leer las cartas, gracias por el enlace :)

      Saludos!

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    2. También hago algo parecido, como nadie se interesa en mis comentarios y reseñas de libros, las preparo para mí mismo para no olvidarme lo que ya he leído y no caer en el plagio de lecturas, que es volver a leer algo que ya leímos y que por alguna razón preferimos olvidar...

      Saludos

      J.

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    3. He comenzado a interesarme; por allá te dejé el comentario.

      Saludos!

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  10. Encantador blog el tuyo, un placer haberme pasado por tu casa.

    Saludos.

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    1. Gracias por tu visita y tu comentario, Antonio. Bienvenido!

      Saludos.

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  11. yo había dejado un comentario aqui... se lo llevaron las mariposas ... :(

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    1. Esas mariposas eran famosas por algunas travesuras!

      Besitos.

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