domingo, 23 de febrero de 2014

Literatura a mi manera I: Infancia

La casa de mi abuela guardaba sus tesoros en el patio, con todos los mamones, mangos y guayabos para trepar y comer con la decena de primos; puertas adentro, de noche, se entraba en un reino desnudo de lujos y ruido. Conscientes de ello o no, todos hablábamos en susurros: fue así, en la quietud del campo, que mi papá me leyó Las Dos Chelitas (todavía uno de mis cuentos favoritos). No recuerdo si había otros cuentos en el libro, no recuerdo el libro: recuerdo estar paradita al lado de la mesa, atisbando en las ilustraciones rosadas que representaban a Gisela con sus tres vestidos, Coco y la campana de plata con la cinta azul (rosa).

Después de Las Dos Chelitas vino un libro de escuela llamado Lecturas, que hojeé muchas veces, mucho después de terminar el cuarto grado, hasta que un día quedó perdido y no lo han vuelto a editar, así que no tengo copias, sólo memorias. A veces le cuento a mi hija fragmentos de Serafina la piedra o La leyenda Warao del dueño del sol o La leyenda de Acoitrapa y Chuquillanto o María Moñitos, descalza y con sus trenzas perfumadas de mastranto. Así, improvisados y desestructurados desde mi recuerdo, parecen encantarle, y no deja de asombrarme el poder de la palabra a una edad tan tierna. Espero a que crezca más para leerle El perro nevado (sin que se ponga triste) o la Casa tomada (sin que se asuste). ¿Será cuestión de instinto, esto de la tradición oral, este deseo de pasar a la próxima generación no sólo lo aprendido, sino algo mucho más rico, lo atesorado?

15 comentarios:

  1. ¿Qué le contará la nueva generación, adicta al celular y tan alejada de sus familias, a sus hijos si es que alguna vez los tienen? ¿Contarán sus historias de mensajes mal interpretados, nunca enviados o los puntajes en los jueguitos virtuales? ¿O preferirán enviarles correos electrónicos suponiendo que sobrevivan, a la plaga de las redes sociales?

    Oscuro se presenta el panorama, tan oscuro como lo presentaban los griegos cuando las poesías de Homero quedaron fijadas en papel, o los amigos de Guttemberg cuando vieron los primeros libros impresos...

    Saludos

    J.

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    1. Nada de eso, José, las series de Crepúsculo y Juegos del Hambre están camino a la gloria de los clásicos.

      :D

      No sé qué medio usarán estos seres extraños de la próxima generación, pero seguramente siempre se hará literatura, y mucho más mientras más desesperados sean los tiempos.

      He pensado en escribir alguna historia apocalíptica sobre el final de los libros, pero me parece que eso ya lo hizo Bradbury antes. Qué cosa, llegar tarde a estos asuntos.

      Un beso.

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  2. ¿No es un poco duro ese cuento para ser una de las primeras lecturas?
    Entiendo eso del valor de la lectura. Y eso me permite entender algunos de los chistes más logrados de Los Simpsons, como la referencia a El ruido del trueno, de Ray Bradbury.
    Y a elegir una de las palabras menos conocidas, como pseudonimo de Internet.

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    1. ¿Cuál de los tres cuentos es duro, Demiurgo? El de Las Dos Chelitas lo es al final, pero a mí de pequeña se me había ocurrido que Chelita se había mudado; no le di la lectura correcta sino hasta luego de algunos años. Los otros dos pueden ser difíciles de digerir a los seis años, por eso ando esperando a que la niña crezca un poco :)

      No sé si es que no tengo mucho que dar, pero darle a mi nena el legado del idioma y la lectura es lo mejor que se me ocurre.

      Un beso.

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    2. Me refiero a Las Dos Chelitas, justamente.
      La casa tomada es algo bueno para planear su lectura, en el futuro.

      Es un buen legado. Muy bien hecho lo de fomentar la lectura.

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  3. Es asombroso que tengas recuerdos tan claros sobre lecturas de la tierna edad. Yo lo único referente a lecturas que recuerdo es ver a mi padre con un libro grueso de medicina. En la casa no había libros hasta más tarde. Las lecturas de la escuela primaria de mis hermanos mayores fueron ciertamente una inspiración para querer aprender a leer cuanto antes. Y qué deleite, pronto esos libros que para muchos era un peso de obligación, para mí se convirtieron en buenos compañeros, pero cosas específicas si acaso recuerdo, fragmentos del principito, tres tristes tigres, y otras cosa que más que nada recuerdo por las ilustraciones. Mis hermanas más grandes leían revistas.

    Eso de transmitir verbalmente es una cosa bonita que tu hija un día recordará, pues yo me acuerdo de las leyendas de ánimas que me contaba mi abuelo materno, es posible que eso sea una buena influencia literaria.

    Abrazos taty.

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    1. No sé, la verdad, si la memoria la hizo el cuento, o si fueron los dibujos, o el momento, así, medio solemne en ese silencio del campo, después de los juegos. Mi papá notó bien temprano mi interés por los libros y se aseguraba de dármelos como algo muy especial. No fueron muchos, pero fueron unas ediciones realmente lindas que todavía recuerdo.

      El Principito es un libro muy querido, también de manos de mi papá :)

      Lo que dices de las historias de ánimas y la buena influencia literaria son una gran verdad, y sino mira lo que escribió Gracía Márquez! Tuve mucha suerte de tener a mis abuelos en el campo y entrar en contacto con esa cultura criolla que eventualmente se irá a disolver en el fenómeno (no sé si benigno) de la globalización).

      Qué bueno compartir memorias :)

      Un abrazo, feliz semana!

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  4. Sí, creo que es funfamental dotar de sentido a las cosas que nos importan por que eso se transmite a los hijos o a las personas que tenemos al lado. Muchas veces las personas nos dedicamos a una actividad, no porque estemos mejor preparados, sino por el hecho de haber tenido una madre/padre o una maestro/a que sentía lo que decía y nos lo supo transmitir.

    Besos Taty.

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    1. Jaal,

      Dotar de sentido a las cosas que nos importan: lo has puesto de una manera tan hermosa que inspira a extender el tema y ver qué palabras pueden sacarse de ello. Da para un pequeño ensayo :)

      Padres y maestros capaces de transmitir su amor por algo: ahí está la clave.

      Gracias por tu comentario, me deja reflexionando.

      Un beso.

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  5. La lectura es el mayor legado que uno le puede dejar a una nueva generación, yo por mi lado adicto a los libros, estoy haciendo lo mio para mi hijo si existiran en un futuro o para mis sobrinos.

    Besos!

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    1. Forbidden, ahora que mi niña está empezando a leer el consejo número uno a los padres es inculcarle a los niños el amor por los libros con el ejemplo. Me parece que en eso tú y yo vamos por buen camino. Tremendos hijos o sobrinos tendrás si desde ya eres capaz de pensar en algo tan precioso para darles :)

      Un beso.

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  6. No entiendo por qué blogger no me ha actualizado tu entrada, me pasa siempre con los mejores blogs....

    Yo también recuerdo mi infancia a la luz del sol, con risas estridentes de amigos y primos, con comida en las manos, barullo, aunque habláramos en susurros y fíjate que mis recuerdos de libro eran los de Julio Verne, unos libros feos y viejos que mi padre me compró en un rastrillo, encaramado a la rama más sólida de un chirimoyo los devoré varias veces.

    Te comento sobre lo de Zürn: Primavera sombría está íntegro en Siruela, si es ese el que quieres leer no hay problema. El problema es con "El hombre-jazmín" al que le faltan dos textos experimentales de la autora y algún que otro episodio de la novela en sí. Nos dimos cuenta porque yo leí la edición francesa y compañeros que leyeron la española no encontraron ni siquiera una mención al hijo de la autora, que sí aparece en la francesa. Pedimos explicaciones a la editorial pero no nos respondieron, Creemos que hay una edición publicada en Latinoamérica que sí contempla el texto completo pero no lo sabemos seguro :) Creo que el año de publicación es 1986.

    Me llevo apuntados tus cuentos de infancia. Un beso :)

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    1. Yossi, es mucho decir, me sonrojo :D

      Sabrás que no he leído a Julio Verne, aunque había una copia en la casa. El placer de leer en la rama de un árbol es un recuerdo que también atesoro. Talvez me desquite de Verne leyéndoselo a mi hija.

      Gracias por aclararme lo de Zürn, Primavera sombría es el libro que estoy buscando por ahora. Tendré en cuenta el problema con El hombre-jazmín si me decido a leerlo más tarde.

      Besos!

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  7. Qué lindo post! Me hiciste acordar a mis libros de lectura de la escuela primaria, que también leía durante varios años luego de utilizarlos en el colegio. Tenía otros libros que atesoraba, que me regalaba una vecina que vivía dos pisos más arriba de mi departamento que era en Planta Baja. Con tal de que mis hermanos y yo no gritáramos a la hora en que ella quería descansar, nos tiraba por el balcón que daba a mi patio, libros y revistas que habían sido de su hijo, a cambio de que hicieramos silencio.. Me enamoraba de cada uno de mis libros, sus imagenes, la forma de las letras.. Eran verdaderos tesoros que me acompañaban cada día. Seguiré por aquí, encantada de conocer tu blog. Saludos!

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    1. Meri, tu historia es fabulosa!! Libros caídos del cielo, es de lo más poético, pero lo mejor es que cayeron en la tierra fértil de tus manos. Veo la imagen como en una película :)

      Me alegra haberte despertado un recuerdo tan bonito, gracias por compartirlo aquí.

      Bienvenida al blog. Nos leemos!

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