No, no me mires
deja los destellos así
entre tus ojos y el mar
que el mar no entiende de prodigios
él a lo suyo y la roca que se aguante.
El universo está en silencio
mira
las estrellas vienen sin lamentos
a la muerte no se le oyen los pasos
la desesperación
el deseo
no son asunto del cielo.
Hagamos una tregua.
Y que no te apene verme
buscándote en las piedras
el volcán
las mariposas negras
la arena, la sal.
Eso es ahora
entre el cielo y yo.
El mar no es nada sin ti!
ResponderEliminar... Y tanta gente vive en ese desierto!
EliminarUn abrazo.
Es precioso Taty, te salen los versos con unas palabras preciosas.
ResponderEliminarMuchos besos.
Dices tú, que haces versos con tus manos :)
EliminarUn beso, guapa!
Cuando volví y me encontré con La tía Clarita sentí una emoción tremenda, se me puso la piel de gallina. A pesar de la historia en sí, me gustó tanto el relato. Tremendo ejercicio te mandaste, un placer.
ResponderEliminarY ahora este bello poema, tus palabras tan claras.
Sin lugar a dudas, como describís en tu perfil, el amor por la belleza es tu constante.
Besos!
Gracias Dana, la verdad que ha sido una grata sorpresa encontrarme con la recepción que tuvo La tía Clarita, no me lo hubiera imaginado!
EliminarHermosas palabras las tuyas :)
Oye, y vas a estar escribiendo sobre tus lecturas? El debate después de Murakami estuvo interesante.
Un beso!
Ahora estoy leyendo a Auster, cuando lo termine claro que sí escribiré. Me da mucho placer contar (a mi manera obviamente) lo que leo. Y el debate de Murakami estuvo muy bueno.
EliminarOtro beso.
Un poema precioso y sentido taty... no puedo añadir mucho más, para no romper lo que has escrito...
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, Ana. Un beso!
EliminarDifícil no hacerlo, difícil dejar de leer.
ResponderEliminarBesos Taty
Habrá que seguir produciendo, entonces :)
EliminarGracias por el feedback positivo. Besos!
Unos versos preciosos, Taty, escribes muy bien.
ResponderEliminarBesos:)
Gracias, Sara, un beso!
EliminarPorque el cielo nunca está muy alto para apuntarle y errar el tiro.
ResponderEliminarSuerte
J.
Ay! El dardo o la bala: la muerte, pues, que es lo mismo.
EliminarBesos.
Me viene como anillo al dedo. Llega en la vida ese momento en que las busquedas son entre uno y el cielo. Y no importa cuánto fue el amor perdido, se vuelve búsqueda.
ResponderEliminarAbrazos.
Ahí están las palabras, en ese rinconcito donde al cielo no le alcanza la mirada.
EliminarSuerte con tu búsqueda.
Besitos.
Versos que de alguna manera me remiten a Benedetti.
ResponderEliminarBesos.
Benedetti. No se me hubiera ocurrido :) Buena excusa, escuchar su nombre, para darle una pequeña visita.
EliminarUn beso.
¡Qué bello, Taty! Cómo me llega.
ResponderEliminarBella tú, Silvia, gracias por compartirlo en tu blog! Un beso.
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