Aquí, arena de dos playas lejanas
una lágrima en la almohada una noche larga
fotografías sepia: parientes de los que no hablo el idioma
las esmeraldas de la abuela, si fueran mías
perlas
la nostalgia de una aventura vieja guardada en una carta
un rosario sin plegarias
flores secas de un ramo sonriente
marcalibros sin fronteras
la memoria de mi niña una tarde en el mar
la felicidad, porque siempre llega vestida de encajes
-a veces de seda-
pañuelos que no saben decir adiós
la promesa de un poema sin recitar
un librito forrado de flores -lo que me queda de infancia-
una bailarina solitaria
un pasaporte, o dos
-la posibilidad de noches blancas y cerezos en flor-
Dulce lectura plagada de nostalgía y emociones. Saludos.
ResponderEliminarAsí me sentí al escribir :)
EliminarSaludos!
La niña esta triste
ResponderEliminar¿que tiene la niña?
La niña suspira
por la muñeca perdida...
No diría triste, pero sí hay suspiros por la muñeca que ya no está :)
EliminarSaludos!
Esos recuerdos que guardamos en cajones de la memoria, son también nuestros marcalibros sin fronteras, acertada línea para la condición del migrante. Me ha tocado Taty.
ResponderEliminarTe deseo un feliz resto de domingo, y que tengas una linda semana.
Y es que algo hay que cargar en la maleta.
EliminarBesos, Beatriz, nos vemos por ahí :)
y la acumulación de besos robados,
ResponderEliminarque son los que siempre saben mejor...
Saludos
J.
Besos robados? No creo que tenga ni uno solito!
EliminarSaludos :D
:)
ResponderEliminarbesos.
de vuelta :)
Eliminaradminículos para acudir si nos pega la nostalgia
ResponderEliminar:)
Mi mamá debe ser algo nostálgica: este escrito viene también de memorias de infancia, en las que ella abría su baúl y empezaba a sacar tesoros.
EliminarBesos!
Entranable!
ResponderEliminarComo abrir una caja de tesoros es tu poema.
Un abrazote
Como le decía a Jo, es un hábito que ha pasado de generación a generación :)
EliminarBesos!
Precioso! Gavetas corredizas que contiene nuestro corazón, fáciles de abrir y recordar. Me gustó mucho.
ResponderEliminarun saludo :)
Es así, el gabinete no es sino el espejo del gesto interior.
EliminarSaludos :)
Menudo inventario personal, que hay en los cajones, me gusta!
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Alfred y bienvenido al blog.
EliminarSaludos.
Veo que mi colega demiurgo comentó.
ResponderEliminarY no veo una forma de no coincidir en que ese inventario, muy diverso, tiene relación con nostalgias de pasado. Podría agregar que desafían a la fugacidad del tiempo.
Besos.
Eso, buscamos asideros para aferrarnos al tiempo como sea, siempre con el deseo de trascender.
EliminarBesos!
La melancolía de los objetos pasado el tiempo es deliciosa. Por eso acumular determinados recuerdos en los cajones no es tan malo. De vez en cuando te sientas, abres y voilá... el alma siente!.
ResponderEliminarBesos.
Es así :)
EliminarAbrazos!
Hola Taty, hermosas palabras! besos!
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