miércoles, 21 de mayo de 2014

Farenheit 451, Ray Bradbury

Me encantó. Fue una lectura vertiginosa, el crescendo una especie de pájaro que arranca en vuelo y de pronto hace falta echar alas y seguirlo. La distopía que presenta Bradbury es vagamente similar a la del 1984 de Orwell en cuanto al adormecimiento de la sociedad.

Sin embargo, Farenheit 451 es, a su modo, un libro sobre la esperanza. La transformación de Montag tiene una curiosa cualidad ambivalente. Por un lado despiertan la consciencia del bien y el mal, la sospecha inteligente de lo que nadie ve y la euforia de encontrar respuestas. Por el otro lado, sus descubrimientos le llevan a cometer actos terribles que contradicen la misma  naturaleza elevada que persiguen alcanzar y proteger. Es un enfrentamiento interno épico, del que vagamente presiente las voces, y es digno del clásico héroe griego.

Siempre me he preguntado sobre el preciso instante en el que un hombre decide -en esa pausa brevísima, forzosamente llena de preguntas- ahora, el gatillo, bang, y en un relámpago otro hombre pierde la vida. Montag me ha dado una explicación espeluznante, porque en la urgencia del momento es irrefutable.

El último capítulo se desarrolla en un santiamén y aunque no es un final feliz en cuanto a las masas, lo es con respecto a un pequeño grupo de hombres, sino iluminados por la verdad (que sería muy pomposo), al menos son conscientes, están despiertos. Los pasajes sobre el abuelo de Granger hacia el final son un hermoso recordatorio de lo que significa estar vivo y supongo que conmueven porque apelan al sentido de bondad que hay en el ser humano. Lo que soy yo, no me puedo imaginar mayor romanticismo que convertirme en un libro por el bien de la humanidad. Ahí queda eso.  

(Este libro es, por cierto, parte del Reto "Leyendo a los Clásicos" del blog De Palabras Y Letras)

15 comentarios:

  1. Un clásico que no queda desfasado, no sólo por lo visionario, sino sobre todo por el retrato de lo que la humanidad es. Y lo poco que aprendemos, habría que decir. Me urge relectura.

    Besos

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    1. Lo poco que aprendemos, la esperanza que sin embargo nos queda.

      Un beso!

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  2. Hola Taty, leí este libro hace tantísimos años, que la verdad,me cuesta recordar un poco, solo se que me gustó y que como dice Ana necesitaría la relectura.
    Un beso !!!!!

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    1. ¿Sabes, Lidia? Los libros que leí hace mucho tiempo se me han olvidado también y por eso he comenzado a escribir mis impresiones, a ver si en diez años, al releerlas, recuerdo el libro.

      Besitos :)

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  3. A buscar se ha dicho! no sabía qué leer, gracias! un beso Taty!

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    1. Este es fabuloso, porque siendo un clásico, lo puedes conseguir gratis en la red :)

      Besos!

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    2. Y lo conseguí! ahora me está esperando... porque cuando uno empieza a buscar, los libros lo encuentran a uno... y es de nunca acabar! jaja besoss!

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  4. El final me hace un poco de ruido, la historia venía muy bien, pero como que le falta un poco más, que fuera un poco más oscuro, sin tanta esperanza en el futuro porque hoy sabemos, a diferencia de Bradbury, que eso también se perdió,

    Saludos

    J.

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    1. Me parece que esa es exactamente la gran diferencia entre Farenheit 451 y el 1984 de Orwell; por supuesto el sabor dulce del final responde al instinto de esperanza del lector, pero el precio es que le quita fuerza al libro, mientras que en Orwell la derrota es tan absoluta y tan aplastante que 1984 es muy difícil, sino imposible, de olvidar.

      Un beso!

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  5. Hace cuanto que no pasaba por acá.
    La novela tiene un antecedente en un cuento llamado Fenix brillante, un cuento de Bradbury que no tiene toda la tragedia de la novela.
    Hay un personaje clave y es Clarisse, una joven adolescente, joven que atrae la atención del bombero. Un tanto irritante pero encantadora. No quiero anticipar más de lo que cuenta tu reseña, pero la novela me dejó cierto amargor, descontento. Y no hablo del final.
    Hay una adaptación al cine que cambia algunos detalles sobre Clarisse.

    Esta novela la vinculo con un cuento de Crónicas marcianas, Usher II, sobre la venganza de un bibleotecario, por la prohibición de lo que haga imaginar, aliado con un actor de cine, cuyas películas fueron destruidas. La venganza se basa en muertes imaginadas en la obra de Edgar Allan Poe.

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  6. Demiurgo, gracias por pasar con esta lluvia de recomendaciones y referencias!!

    A mí me hubiera gustado que Clarisse tuviera una presencia un poco más dominante, pero creo que su carácter efímero es lo que hace a este personaje encantador.

    ¿La novela te dejó la amargura de la decepción o una más grande, la relacionada con la naturaleza humana? Mera curiosidad...

    Gracias por las referencias a los cuentos, no los conozco y será un deleite investigar. Allan Poe es un viejo amigo que merece una nueva visita.

    Abrazos!

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  7. Desde hace un par de meses comencé una relectura de mis viejos amores de ciencia ficción, esos libros que me hacían viajar sin prestarle tanta atención a cómo estaban escritos, cuando hacía lecturas inocentes, digamos. Comencé a hacerlo porque me llamó la atención una nueva recopilación de los cuentos completos de Philip Dick, luego seguí con Asimov, Bradbury y así. Y si bien no llamaría "un clásico" a Farenheit 451 (tal vez sí un clásico de la ciencia ficción), me parece que es un libro enorme, de un autor también enorme.
    Perdón, hoy escribí más de la cuenta y fui autorreferencial, que es siempre molesto.
    Un beso grande.
    HD

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    1. Humberto, al contrario, se te agradece lo autorreferencial: yo siempre quiero saber cuál ha sido la experiencia de los otros. Coincido contigo en calificar a este libro un clásico de ciencia ficción y no un "clásico". Farenheit 451 me llamó la atención en particular por la temática de los libros, y aunque disfruté la lectura enormemente, me parece que este no es mi género preferido. Suerte con la relectura.

      Garcias por la visita, besos!

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  8. Una piedra angular... visionaria y acertada.

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  9. Es así. Supongo que por eso algunos lo consideran un clásico.

    Abrazos!

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