domingo, 9 de marzo de 2014

Ingenua

Quiero entender el silencio de los que callan y van a lo suyo en su esquina del mundo. ¿No escuchan que hay hambre, muerte y desesperanza en el presente y el futuro de sus hijos? Quiero entender la protesta de los que gritan y defienden verdades a medias. ¿Las ignoran o sólo miran al otro lado antes de dormir, sabiendo que han hecho bien hoy?

¿Qué es la paz, cuando el primer gesto es señalar el odio del otro?

Quiero entender la angustia, el miedo, el momento exacto en que el hombre abandona la palabra y levanta una piedra, empuña un arma y echa al aire su verdad con la muerte incluída.

¿Qué es la libertad de un hombre que se vuelve la opresión de otro?

Dónde está la aguja de la razón en este pajar, quiero saber, y como soy ingenua, quiero mostrarle al mundo un pecho abierto, un desnudo, una respuesta.

15 comentarios:

  1. No cabe duda que somos parecidas. Yo también quiero saber la respuesta a muchas preguntas quizá imposibles. Como la justificación de las guerras. Me preocupa el estado actual, la situación pende de un hilo delgado entre dos grandes potencias, y la ruptura sería catastrófica, nadie saldría ganando en esto que por los avances nucleares representa la peor amenaza para el planeta. Preferiría otra guerra fría. Taty, no es ingenuidad, es tu naturaleza racional, ojalá hubiese más como tú.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El problema para mí es que la tensión está en tantos lugares a la vez, tantos de ellos completamente ignorados por los que tienen el poder en las manos. Yo le doy pensamiento al asunto y es que no entiendo cuánto hay que empujar al ciudadano común para que éste salga a arriesgar su vida por defender un ideal. Asuntos complejos que no se resuelven así, con un párrafo, con una conversación acompañada de café. Entretanto a mí desde este lugar no me queda sino tratar de seguir adelante con lo que tengo en las manos.

      Un beso Beatriz, nos hablamos por ahí.

      Eliminar
  2. Tengo que contradecirte porque no sos ingenua. Ya no, después de hacer esas preguntas. Tiene algo bueno porque ser ingenuo puede ser peligroso.
    A veces no se abandona la palabra, se usa para exacerbar el impulso de empuñar la piedra. Piedra que puede tener un uso constructivo.
    Tal vez sea ingenuo al plantear que al negar la libertad ajena, se está destruyendo la propia. En lugar de hacer algo por la propia persona, se emplea los recursos para oprimir, para mantener la situación sin cambios. Y creo que eso tiene su costo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Demiurgo, a mí me parece que el ciudadano común se plantea estas preguntas en algún momento; la ingenuidad está en querer una respuesta, imagínate, el mundo se habría arreglado hace tiempo :)

      La piedra se usa para construir en tiempos de paz, pero no en tiempos de guerra: en tiempos de guerra, si acaso, se construye con palabras, una vez que ya no quedan piedras ni vidas.

      Como le dije a Beatriz, es un tema complejo, las soluciones suenan bonitas en el discurso y después en la práctica... bueno, ahí está el detalle :)

      Un beso, gracias por dejarme tus ideas.

      Eliminar
  3. Bienvenida al pelotón (de las ingenuas y los ingenuos), habrá que empezar a pasar de la ingenuidad a la acción ;)

    Gracias y besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, me alegra saber que no soy la única en esto :)

      Un beso, nos leemos!

      Eliminar
  4. No voy a decir demasiado, sé que no corren buenos tiempos en tu país natal, mirar a los dos extreos del mundo resulta desolador , Venezuela, Ucrania, la ingenuidad no basta porque no irradia pero es intrínseca a algunos de nosotros y siempre tiene un atisbo de esperanza. Un beso y ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Yossi, la verdad es que a mí misma me da miedo adentrarme en un territorio que me es desconocido, salvo por lo poco que llega desde los noticieros, que se sabe, no son siempre imparciales. Lo has puesto de una manera hermosa: un atisbo de esperanza. Talvez sea, por ahora, suficiente.

      Besos.

      Eliminar
  5. Qué valiente. Yo primero me quito la ropa real, que mostrar así mi pecho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Y es que existen los desnudos morales! Y creo que es verdad, a veces son más duros de enfrentar, incluso en la intimidad de uno mismo, ni siquiera hace falta ir a contárselo a los otros.

      ¿Valor? No, pura ingenuidad, pura ignorancia :D

      Un beso.

      Eliminar
  6. Reconocer la porpioa ignorancia, o ingenuidad, es un buen comienzo. Así lo hizo Sócrates en su momento...

    Saludos

    J.

    ResponderEliminar
  7. Seguir a Sócrates está bien; ojalá que no acabemos teniendo que beber un poco de cicuta!

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  8. Soy de los que piensan que la caridad bien entendida comienza por uno mismo y que para hacer bien a la humanidad es preciso que nuestros familiares, amigos, vecinos, etc, estén mejor con nosotros a su alrededor que sin nosotros. Que seamos capaces de aportarles algo. Después podremos pensar en ir un poco más allá. Respecto al desnudo, en fin, uno no es de piedra, aunque entiendo el matiz reivindicativo y necesario.

    Besos Taty

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaal, es así, solamente que a veces desde mi pequeña esquina del mundo no puedo evitar plantearme algunas preguntas para las cuales hasta ahora no encuentro respuestas. Un beso.

      Eliminar