El libro le hace más que justicia a la fama de belleza que lo precede. Yo, habiendo leído ya La perla y otros cuentos y Después del banquete, me temía un poco las altas expectativas que tenía al comenzar El rumor del oleaje. Me asombró gratamente que no quedaran decepcionadas.
La historia de Shinji y Hatsue es un canto a la inocencia, que de alguna manera -como las ondas en el agua cuando se arroja una piedra- se extiende hacia las mejores cualidades del ser humano y resuena en el lector. Los encuentros entre los amantes son fugaces, casi accidentales y los diálogos les hacen eco en su carácter mínimo y sorprendentemente ajenos al tema amoroso. En lugar de ello la trama se presenta, por una parte, en los gestos de los personajes (o más bien, en la represión de los mismos), y por otra, en las imágenes que utiliza Mishima para ilustrar las impresiones del joven Shinji con respecto a Hasue.
Por supuesto el mar es parte vital del libro y sirve tanto de atmósfera como de metáfora, y parece ir de la mano con los sentimientos que experimenta Shinji: unas veces se inquieta, otras se vuelve sereno y canta, otras se encoleriza. La frase que le da título al libro se repite en dos o tres momentos claves de la historia.
El rumor del oleaje es también una novela sobre relaciones humanas. En una isla pequeña y de limitados recursos, los lazos estrechos y la capacidad de confiar en el otro son imprescindibles para la supervivencia. Encuentro que en el libro hay cierta tendencia al romanticismo: incluso los personajes en los que se puede leer cierta mezquindad o abierta maldad, consiguen redimir sus acciones o quedan olvidados de un modo un tanto inexplicable. En todo caso es un mal menor y los gestos del fácil perdón no hacen sino acompañar armoniosamente el tema central.
La narrativa de Mishima tiene una precisión exquisita: las descripciones no se alargan y hay pocas justificaciones en las acciones de los personajes, sin embargo el libro está colmado de gestos y silencios que consiguen el efecto de un profundo diálogo. De vez en cuando, entre estas líneas minimalistas se cuelan las imágenes poéticas que creo que le dan fama al texto. Me alegra haber leído acompañada de un mapa; el aspecto geográfico es bastante importante en lo que es, sin más palabras, un libro realmente hermoso.